El ayuno intermitente es una práctica nutricional que consiste en pasar largos periodos de tiempo en ayunas, es decir, sin ingerir nada más que agua, consiste en dejar una venta de por lo menos 12 horas sin ingerir alimentos para que nuestro cuerpo haga uso de las reservas de grasa que nuestro cuerpo tiene para transformarla en energía. Sin embargo, también es un método, que podemos llevar a cabo para ganar masa muscular de una manera muy limpia.
Cuando nos alimentamos, sobre todo cuando tomamos carbohidratos, ocurre que nuestros niveles de glucosa se elevan (azúcar en sangre). La glucosa es nuestra fuente principal de energía, y es gracias a la cual nos podemos sentir con más vitalidad tras haber hecho una comida o ingesta, transcurrido un tiempo de esta, aparece la insulina y comienza a regular estos niveles de azúcar en sangre. Disminuyendo así, lo que llamamos nuestro índice glucémico. La insulina, dicho en otras palabras, es como si viniese a mediar y a decir: “vale, ya tenemos suficiente energía (azúcar en sangre), ésta la vamos a utilizar, y esta la vamos a ahorrar para lo que venga”. En condiciones de ayuno, la insulina no aparece por ningún sitio. Su ausencia implica que nuestro organismo entienda esto como que, debe comenzar a obtener la energía de otros lugares. Imagino que ya te estarás haciendo una idea de donde la va a obtener. Efectivamente, de las grasas. Aquí es cuando comienza lo que llamamos el proceso de “quema de grasa”, mientras tengamos azúcar en sangre nuestro cuerpo no consumirá las reservas, de manera qué, pasar por periodos de ayuno sí que ayuda a adelgazar, ya que estamos obligando a nuestro cuerpo a entrar en estado de cetosis. (alimentarse de su propia grasa). En esto mismo es en lo que se basa otra de las famosas dietas de moda: la dieta cetogénica.
